El enólogo brasileño Guilherme Fornasier descubre el “universo vinícola” de Canarias

Guilherme Fornasier, enólogo brasileño y socio propietario de la bodega familiar Terraças, ha completado una estancia de quince días en Canarias, inmerso en su particular y diverso universo vinícola. Esta visita se enmarca en un programa internacional de estancias para profesionales promovido por la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y de la Universidad de La Laguna, y la Denominación de Origen Altos de Pinto Bandeira (Brasil), con la colaboración de Bodegas Soterana (El Hierro) y Linaje del Pago (Tenerife).
Una experiencia esencial en un territorio único
Fornaiser, cofundador de un proyecto de espumantes de producción limitada en su bodega, una de las fundadoras de ASPROVINHO, gestora de la DO Altos de Pinto de Bandeira, buscó en Canarias “peculiaridades únicas” y la “energía” de sus paisajes montañosos y oceánicos.
El mayor desafío, y a la vez mayor sorpresa, en las islas de origen volcánico fue su extraordinaria diversidad en un espacio geográfico reducido. “En cada finca, en cada bodega, hay una realidad considerablemente diferente de la otra”, explicó, destacando que se puede vivir en “climas y suelos complementamente diferentes” en cuestión de pocos kilómetros. El experto resaltó la influencia del clima y la altitud en la complejidad y concentración de los vinos, y cómo la salinidad oceánica y el suelo mineral aportan una textura distintiva.
El enólogo se noto epecialmente impresionado por la variedades autóctocas como la Listan Negro y la Vijariego, capaces de transmitir al consumidor “la perfecta claridad de la mineralidad y salinidad” de los viñedos, reflejando la sistencia de las vides.
En cuanto a técnicas a implementar en Brasil, Fornasier destacó el enfoque en la sostenibilidad y el cuidado con el agua en bodega, una preocupación mucho mayor en las islas que se traduce en el uso de productos menos convencionales. También valoró la viticultura en laderas extremas, que preserva las características originales del relieve, contrastando con la tendencia a la mecanización en Brasil.
Al comparar la industria vinícola, Fornasier resaltó la mayor tradición de Canarias, un “Viejo Mundo” que busca el nicho para sus productos frente al “Nuevo Mundo” brasileño, que adapta sus productos al mercado. No obstante, subrayó que esto no implica una falta de innovación, quedando impresionado por el uso de equipamiento moderno en algunas bodegas, lo que demuestra la importancia de “conocerse a sí mismo para que sea posible innovar sin perder el origen”.
El enólogo ve un “enorme potencial” para la producción de vinos espumosos de alta calidad con variedades como la Listan Blanco y la Viajriego. Sin embargo, advierte que el principal obstáculo es la disponibilidad de uva, mermada por el abandono de finca. Insiste en que la viabilidad de nuevos estilos pasa por una mayor valorización de los viticultores.
El espíritu de las bodegas canarias le deja un mensaje profundo para sus colegas brasileños: la valorización de la tradición, el conocimiento y la cultura, junto al ritmo de vida “sosegada”. Su mensaje principal es: “Cultura, respeto a los viticultores y valorización de las labores antiguas”.
Profundizando en el Programa de Intercambio
Este Programa Internacional de Estancias para Profesionales es una herramienta formativa de alto nivel impulsada por el convenio de colaboración firmado el pasado mes de mayo entre la Universidad de La Laguna a través de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias y Asprovinho. La estancia de Guilherme Fornasier se llevó a cabo con la participación crucial de Bodegas Soterana y Linaje del Pago como anfitriones. Además, la iniciativa ha sido arropada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Vinos El Hierro y el Cúster de Enoturismo de Canarias, así como su respectiva red de bodegas.
Según el coordinador general de la Cátedra, Gabriel Santos García, el objetivo principal es “facilitar estancias formativas breves en bodegas modélicas” que destaquen en productividad, gestión, manejo ambiental, valorización de variedades minoritarias, conservación de prácticas vitivinícolas e implementación de nuevas tecnologías.
El programa no solo está enfocado en profesionales en activo, sino que también sirve como una vía esencial para el alumnado y egresados de la Universidad de La Laguna, y en especial de la Cátedra. Les permite acceder a una formación práctica especializada con el fin de adquirir habilidades específicas y mejorar significativamente su perfil laboral en el sector.
El éxito de la estancia de Fornasier reafirma la utilidad de este programa, que está diseñado para operar de forma recíproca, permitiendo futuros intercambios de profesionales en la dirección inversa (Canarias – Brasil).
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